En el marco de la causa judicial impulsada por el gobierno nacional que investiga la apropiación de la productora de papel por parte de los diarios Clarín, La Nación y La Razón -bajo métodos del terrorismo de Estado que conllevaron al monopolio de producción-, la reunión fue y vino entre ese pasado doloroso e irresuelto y sus consecuencias en el presente.
Por su parte, Ianover relató las torturas a las que fue sometido durante la última dictadura para deshacerse de las acciones de esa empresa clave para esos medios gráficos y destacó que aún desconoce si respondieron a su cargo de vicepresidente o a su condición de judío. Como muestra de la impunidad con la que se maneja el Grupo, Cerioli precisó las dificultades del directorio Estado para cumplir con sus derechos como accionista en Papel Prensa en la actualidad: ya sea para conocer costos y ganancias como para distribuir equitativamente ese insumo a los demás diarios del país.
A la hora de rememorar esa historia, los panelistas destacaron que hubo una "apropiación, no una venta legal"" como la presentan esos grupos mediáticos. El contexto de esa maniobra fue el de la"alianza estratégica" entre la dictadura iniciada el 24 de marzo de 1976 y esos grupos empresarios concentrados: los últimos necesitaban a los militares para eliminar a la disidencia política y social que se oponía a sus intereses y la Junta Militar precisaba de la prensa que silenciara sus crímenes y les diera cobertura tergiversada.
Este fue el trasfondo del despojo que sufrió el Grupo Graiver, que era accionista mayoritario de la industria de papel, a manos de esos tres medios, dando inicio a una "dictadura contra la libertad de expresión". Cerioli remarcó que esta forma de accionar no sólo se ejerció durante los años de terror, sino que en la actualidad esos medios continúan ejerciendo su poder de fuego: "Papel Prensa estuvo subsidiando al Grupo Clarín y La Nación en perjuicio de otras editoriales". Según explicó, hubo precios diferenciales que beneficiaron a esos medios, mientras que otros diarios tuvieron que importar ese insumo pagando un 58% más caro el papel de diario.
Como cierre, un vecino sintetizó el eje del encuentro y las implicancias de esta historia: "Nuestros hijos son el depósito de nuestra Memoria, nuestra historia es nuestra Verdad, el Estado es quien tiene la obligación de impartir y garantizar Justicia. Hoy hemos tenido una parte de eso que reclamamos durante tanto tiempo: Memoria -señalando a Alejandro-, Verdad -haciendo lo mismo con su padre, Rafael- y Justicia -apuntando a Cerioli-."
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