El sábado 7 de julio, en Cabildo y García del Río, militantes de La Cámpora Núñez dispusieron de una Mesa de Salud, donde se realizó una charla sobre Ley Nacional de Salud Mental y La Ley Nacional de Lucha contra el alcoholismo, se asesoró sobre distintos programas nacionales dedicados a la salud de las personas y se controló gratuitamente la presión arterial a los vecinos.
Juan “Tati” Bruno –referente de La Cámpora Núñez- dio inicio al ciclo de Charlas Mensuales que se realizarán en el barrio. Además de hacer referencia a los logros del Gobierno Nacional en estos 9 años y a las distintas actividades que se vienen realizando en el barrio –compras comunitarias de alimentos, operativos del ANSES, entrega de lamparitas, entre otras-, remarcó la importancia de dar una charla sobre salud en el barrio, justo cuando en la ciudad se vive una situación sanitaria paupérrima, como el cierre reciente de la sala terapéutica para chicos en el Hospital Durand y la situación del Borda. “En los barrios del norte, que son un poco adversos al kirchnerismo, necesitamos hablar con la gente sin intermediarios, tener mucha presencia en el territorio y salir a difundir las políticas del proyecto nacional, que como ya saben es un proyecto con inclusión social, con igualdad, equidad, distribución de la riqueza y justicia social”, afirmó “Tati” Bruno, quien agradeció la presencia de vecinos y de militantes de La Cámpora de Núñez y de la Comuna 12.
Luego fue el turno del compañero Damián Nicolás Ballester –militante de 24 años, farmacéutico con título en trámite-, quien dio una charla exhaustiva sobre los modelos de salud que proponen el Gobierno Nacional y el de la Ciudad. “Mientras que desde el año 2003 en el gobierno nacional, con Néstor y ahora con Cristina, hay un modelo nacional y popular, donde el Estado está presente con un rol activo, central, regula, controla y participa, en la Cuidad de Buenos Aires desde la llegada de Mauricio Macri al gobierno se ha instaurado y profundizado un modelo neoliberal conservador, un neomenemismo, donde el Estado está ausente, excluye, no hay control ni regulación del mercado”, afirmó Ballester. Luego señaló algunos logros del Estado Nacional en materia sanitaria: la Ley de prescripción por nombre genérico, el Programa Remediar, el Plan Nacer, la Asignación Universal por Hijo, la ampliación del calendario de vacunación obligatorio, la entrega de medicamentos en forma gratuita para el tratamiento del VIH / SIDA, la ley de venta de medicamentos solo en farmacias, la ley de producción pública de medicamentos que declara a los medicamentos como bienes sociales, la Ley Nacional de Salud Mental y la Ley de Lucha contra el alcoholismo, entre otros.
La Ley Nacional de Salud Mental reconoce a todas las personas usuarias de los servicios de salud mental como sujetos de derecho. El Estado debe promover y proteger la Salud, siendo su obligación brindar centros de atención abiertos o cerrados adecuados para los pacientes de patologías psiquiátricas. Ballester señaló que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ni siquiera cumple con la Ley n° 448, de Salud Mental de la Ciudad de Buenos Aires. “El 85% del presupuesto de salud mental de la ciudad está destinado a los hospitales monovalentes mientras que la ley promueve que se atiendan en hospitales generales. Sin embargo los hospitales monovalentes siguen en condiciones lamentables, con falta de insumos, vidrios rotos, sin calefacción ni agua caliente”, sostuvo.
Sobre el Hospital Borda, sostuvo que el gobierno de la ciudad quiere construir allí un centro cívico. Además, el gobierno de la ciudad no da respuesta a los problemas que existen allí y en el Moyano, y como si esto fuera poco, desarticuló el Programa de Atención Comunitaria de Niños, Niñas y Adolescentes con trastornos mentales severos (PAC).
Sobre la Ley Nacional de Lucha contra el Alcoholismo, el compañero señaló que el gobierno macrista no la cumple y puso como el ejemplo el problema de los deliverys de alcohol que no tienen control. Al hablar sobre los modelos mediáticos, criticó las publicidades de bebidas alcohólicas que promueven una idea de “alegría” asociada al consumo de alcohol, apuntado especialmente al público joven.
En contraste a las políticas nacionales, el macrismo en la ciudad con su modelo de salud para unos pocos, dispuso el cierre del servicio de Zooterapia, no invierte en tecnología sanitaria (de los 4 tomógrafos que hay en los hospitales porteños, sólo uno funciona), hay faltantes de insumos hospitalarios, se subejecutan las partidas presupuestarias para salud, vetó la ley 2566 que proponía la creación de un laboratorio estatal que produjera medicamentos para ser dirigidos exclusivamente al sistema de salud estatal, incumple la ley del Hospital de Lugano, vetó también la ley de venta de medicamentos exclusiva en farmacias y provocó el cierre de la terapia infantil del Hospital Durand al no cumplir con la designación de personal médico. Esta enumeración parcial de los desmanejos del PRO demuestra que no es casual el aumento de la mortalidad infantil en la Ciudad de Buenos Aires: pasó de 6,7 por mil en 2010 a 8,7 por mil en 2011, es decir que 90 chicos más murieron el año pasado.
Es por ello que es imprescindible que los militantes de este proyecto nacional, popular y democrático liderado por nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner estén en la calle para plantearle esta situación a los vecinos y vencer el cerco mediático. La batalla cultural no es un lema vacío, es lo que hacen los militantes día a día en el territorio.
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