Como parte de una tradición, La Cámpora Comuna 12 y Núñez conmemoraron por segundo año consecutivo el aniversario del golpe cívico-militar de 1976 y de la guerra de Malvinas en la Plaza Salvador Allende, en Villa Urquiza, el pasado sábado 31 de marzo. Frente al mural homenaje al presidente que pidió perdón en nombre del Estado y reparó tantos años de impunidad, este espacio verde vuelve a ser testigo de la Jornada Cultural de la Memoria, con gran presencia de otras agrupaciones, vecinos y el comunero del Frente para la Victoria, Pablo Ortíz Maldonado.


La jornada se inició con el sonido del Quinteto Varietal, una orquesta de tango que captó la atención de todos por su profesionalismo y pasión a la hora de interpretar tangos. Tras alegar la importancia de la cultura como una de las herramientas para resistir durante el terrorismo de Estado, los músicos agradecieron el recibimiento que siempre tienen en la Comuna 12.

A la hora de los discursos, el referente de Núñez, Juan Tati Bruno tras agradecer la
presencia de otros compañeros de la Comuna 13, explicó que el barrio en el que milita actualmente guarda mucha identidad con Saavedra, que forma parte de la Comuna 12. Si bien sostuvo que "es una comuna complicada, donde el macrismo es muy duro, hay que militar para dar la batalla cultural y sumarle a este proyecto y a Cristina".

Para terminar, remarcó que el hecho de reunirse allí forma parte de los logros de Néstor Kirchner y cerró: "Estamos en este espacio público, haciendo este festival por segundo año consecutivo por el Día de la Memoria, muy contentos porque están metiendo en cana a todos los genocidas y se le está devolviendo la dignidad y la Memoria al pueblo argentino."
Por su parte, Ortíz Maldonado (OM) valoró organizar actividades en ese espacio verde que el macrismo quiere privatizar montando bares y comercios. Expresó que el acto es político-cultural porque "la mejor manera de homenajear a nuestros 30 mil compañeros es seguir haciendo política, que la juventud se siga comprometiendo como los 30 mil que no están, aunque vivan en cada uno de nosotros: somos jóvenes continuando su lucha". También reivindicó la lucha de Madres, Abuelas e Hijos, que resistieron durante los años de terror y en democracia cuando reinaba la impunidad.
Para cerrar una jornada cargada de emociones y , La Chilinga comenzó a batir tambores y otros instrumentos de percusión encendiendo el sentimiento, contagiando el ritmo y generando un clima onírico con el flamear de las banderas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario