El héroe verdadero de El Eternauta
es un héroe colectivo, un grupo humano.
Refleja así, aunque sin intención previa,
mi sentir íntimo: el único héroe válido es
el héroe en grupo, nunca el héroe individual,
el héroe solo."
Héctor G. Oesterheld
Héctor G. Oesterheld
En las inmediaciones del estadio de River, allí donde el creador del Eternauta imaginó la base de operaciones de la resistencia contra invasores, hoy reluce un mural homenaje a quien fue el dibujante de aquella mítica historieta argentina, Francisco Solano López. Sáenz Valiente al 1.100 fue el lugar elegido por los compañeros de La Cámpora Núñez, La Cámpora Cultura y la Brigada Plástika para plasmar todo su arte en pleno corazón del barrio el pasado martes 13.

Además de destacarse por la calidad de sus guiones y dibujos, la historieta de ciencia ficción hoy merece una relectura que remite a nuestro pasado reciente.

Militante de Montoneros, Oesterheld fue secuestrado en 1977 y sus cuatro hijas también fueron desaparecidas por el Estado terrorista un año después. Hoy son parte de esos 30 mil desaparecidos que son reinvindicados por las políticas de derechos humanos concretadas por Néstor y Cristina Kirchner desde el 2003.
Tal como el kirchnerismo, los murales que rinden tributo al dibujante se extienden por cada rincón de la Argentina, como símbolo de su trascendencia artística y política. Esta batalla cultural se libra en la calle; como diría en los cuadros finales el personaje que personifica al autor al momento de escribir lo que Juan Salvo le contó, para prevenir la invasión : "Será posible".